En nuestra sociedad hay una cierta cantidad de valores, los cuales han sido implantados por el hombre a través de Dios. Dichos valores son inculcados al hombre desde que inicia su formación como persona dependiendo del entorno social donde crece o se desarrolla.
Por otra parte Dios en su justicia le dio al hombre libertad de escoger entre lo bueno y lo malo, lo que quiere decir que el hombre es responsable de sus acciones.
A medida que el hombre va evolucionando y va adquiriendo madurez, tiene la capacidad de dirigir sus acciones a través de su conciencia y hacer lo bueno, o por el contrario olvidar los valores y hacer lo que no agrada a Dios y sufrir las consecuencias.
El hombre al olvidado que por encima de su libertad debe sujetarse a Dios para que pueda vivir una vida plena. Debemos ser libres en Cristo y hacer lo que sea de su agrado, y entre esas cosas está el practicar los valores. No utilizar nuestra libertad para hacer lo malo, pues debemos tomar en cuenta que tarde o temprano cosecharemos todo lo que hemos sembrado.
Para poder llevar a la práctica los valores en nuestra carrera como futuros administradores, debemos tomar la iniciativa y pensar en la recompensa que obtendremos al aplicarlos; por ejemplo uno de los beneficios es que demostraríamos a las personas de nuestro entorno laboral que poseemos ética profesional, esto a su vez conllevaría a aumentar la probabilidad de un ascenso laboral, ya que inspiraría confianza.
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